Poet and situationist, GdM studied literature in Mexico City where he grew up. Now living in the art communes of Brussels where he immerses himself in his verses for the lonely and hopeful.



Mi bosque ardiendo encuentra humedad. Con dulces olas de fuego encuentro paz. Arden ya mis ramas, Te alimentas de las brasas, Fuego azul. Toda la noche se ilumina. Mi madera arde en tus manos, Tus hojas acarician mi corteza. Y una ráfaga corteja, Cuando el viento se pone en movimiento Olvidemos por completo el tiempo, Mientras rápido todo se consume, Y sin querer que se termine, Agréguemos el sustento. Nos acompaña el viento, Las olas lo trajeron, Para calmar mi centro, Y darle forma al futuro. No existe el miedo en el fuego, Las llamas lo devoran, se hacen viejas las olas, Que un día fueron eternas.

Axolotl cambiante

Axolotl cambiante, Anfibio en transformación. Quisiera mirar otra vez tus ojos, Entender lo que esconde tu motivación. Quisiera saber, Axolotl, las respuestas que darías, Y en esta tarde fría, sacar de tu olvido mi corazón. ¿En qué momento se secó tu espalda, Cuándo decidiste salirte del río, En qué instante decidiste diluirte, Trasformarte y seguir tu camino? Yo quisiera saber, viejo amigo Axolotl, Si aún conservas el recuerdo de aquellas noches. Yo quisiera saber, viejo y sabio compañero, Si en tu espíritu sigues sintiendo algo de nuestro fuego. Axolotl cambiante, Anfibio en transformación. Quisiera poder renacer contigo, Quisiera poder trasformar el dolor. Dime entonces, Anfibio cambiante, Axolotl redentor. ¿Si es que en alguna parte del alma todos estamos perdidos, Por qué no pudimos juntos aprender a quitarnos el frío?

Noche antigua

Estamos aquí. Y es durante la noche eterna cuando nuestros espíritus conectan. Cuando el viento nos vierta la vida, Cuando se nos precipite el instante. Cuando el tiempo deje de ser importante, Y en nuestros espíritus la llama coincida. Porque es durante la noche que siento tu derroche. Y quiero llenarte de goce y gozar contigo. Y soy ante tus ojos un anfibio perdido Y siento hacerme uno con este río que nos fluye. Y una vez más, en esta noche antigua, nos hacemos nuevos. Durante el breve instante que nos reinventamos.

Sueño estival

En la noche de los sueños, los astros inexistentes iluminan un mar de cristal. Es nuestra noche un nido de estrellas y las mil lunas que guardan nuestra playa se reflejan en nuestros espíritus al mezclar nuestra humedad. Los pasos que vamos dejando en la arena son como las cicatrices en nuestros cuerpos. Cicatrices de tanto amar, de tanto errar, cicatrices de tanto haber caminado. Abrazados a mi hypnos existimos para mí y existimos sólo para ti. El tiempo no existe después de haberse buscado tanto. Solos. De regreso a la mañana te siento tan cerca que en tu piel casi puedo oler y lamer tu sal... Dichosa fantasía inexistente que se queda como un recuerdo de lo que tal vez nunca será.

Cayendo en la tarde del cansancio

Cayendo en la tarde del cansancio en el cielo el sol se enfría. Y se repara en la ironía de una tarde nunca compartida. Cayendo en la tarde del cansancio, Cayendo y precipitando tu dulzura. Podría ser una tarde cálida o una noche fría. Podría ser un regalo o una trampa de la vida. Podríamos, ciegamente, seguir disfrutando de la dulce mentira. Sin fin. Los labios se vuelven ansiosos y el espíritu se pone furioso. Unas manos buscan sin encontrar Y los días han decidido no dejar de pasar. Cayendo en la tarde del cansancio, Cayendo en una tarde fría, Cayendo en la tarde del cansancio, Compartiendo la agonía. Compartiendo el misterio de la despedida.

Madrugada

Escondido en el silencio Traigo tu cariño dentro. Escondida en tu mirada la noche se vuelve madrugada. Y así, Con el miedo de perderte, Con la fuerza de la andanza, Con el futuro que arranca. Con las ganas sín fin. Recuerdo tu cariño, Reconozco el desvarío Y abrazo los momentos que te di. Descubierto en el vacío El amor suele tener frio. Se transforma en esperanza y con la suerte avanza. Es una mezcla de lágrimas y orgasmos, de risas y deseo, Es un camino de dudas y miedo, De encuentros y abandonos. De complicidad y de fe. Es un ave en movimiento, un ave que luego se convierte en río. Un río que fluye con los años y que nos obliga a fluir con él.

Sorcière

Bruja, pienso en ti! ¿Qué hechizo te ha hecho ponerte en mi camino? Una noche llegaste, acompañada por la luna y te la llevaste contigo. Un día el sol se reflejó en Tus ojos y yo caí Lentamente dormido. Una madrugada Me invitaste a nadar al río, Sin saber que, éste, era el río del destino. ¡Bruja, quiero decirte! No hay fin para este amor, Hay fin para este mal. Y con tus caricias de cristal, Quiero cortarme en todo el mar. ¡Bruja! Adoro tus cabellos Y tu espalda. Detesto que no pudieramos juntos pisar la misma arena. Y en el fondo mismo de la tierra, sembrar la semilla. ¡Bruja! El fruto de los días es La cena de esta noche. Aunque ya hace mucho que no comes. Y que no comes conmigo... Hechicera, sin saberlo, Sigues dando de la luna el reflejo, Y yo sigo fascinado con ello, Y sigo fascinado contigo. Bruja, quisiera que Volvieras a ese día, Quisiera ser testigo de esas noches. Y en medio de las fantasías y el goce, Por una vez sentirme Realmente tuyo. ¡Brujita! Quisiera entender tu dolor. Me gustaría acompañarte En tu camino. Ojalá pudiera decirte dónde Está lo que has perdido. Que pudieras volver a creer, Que pudieras volver a encontrarlo Conmigo.

El hechizo del Axolotl

Tan grande el regalo, Tan fuerte el momento. Tan grande el movimiento, Un axolotl en crecimiento. ¡Estamos solos! Somos testigos del cambio. Eres bella cuando decides, Y decides secar tu espalda. Soy mago del encuentro, Soy testigo del momento. Nunca nos había visto así:              Tan conectados.               Tan distantes. El secreto es nuestro juego. Y las miradas no mienten. Ya no sé si recordamos. Haber salido lento y para siempre del agua.  Sin miedo envejecemos. Con la noche lo aceptamos.  ¡Estamos solos ! Somos culpables del cambio. Ya no sé si lo olvidamos. Pensar que la vida es un regalo. ¡Axolotl viviente, Nunca podré olvidar! Aquellas noches de cristal, Ni las lunas en tu ventana. Las sábanas mojadas, Ni las risas robadas. Las lágrimas derramadas, Ni las mañanas sin café. Axolotl indeciso, Ven a quitarme el frío. Que también quiero sentir tu calor, Que ya no puedo con todo este dolor. Sí tú no vienes.  Sí tú no me miras. Sí te sigues transformando Sin mi compañía. Axolotl, Te llamas también sorcière. Eres el río eterno y fluyes al fin con él. Axolotl, puedo verlo en tu mirada, Y una mirada para mí, basta.

Xolotl

Es el día más largo de nuestras vidas. Y sin embargo, Xolotl, sigues sintiendo miedo. Es tu debilidad el movimiento, y sin dudarlo un momento terminas por volver y enconderte en el magueyal. Contemplas los días mientras rehusas de la muerte y con poca o tal vez mucha suerte te vuelves inmortal. Es un día muy largo, Xolotl, tu espalda ha perdido ya toda su humedad. Bien sabías, amigo, que los cambios y las decisiones al final del camino duran para siempre, Y que nunca más podrías regresar. Y no es tu culpa ni la del destino, Si haber sido de la vida testigo-distante, Te ha hecho vuelto a enamorar. Y no es tampoco, anfibio querido, Del tiempo un horrible castigo-, O de la experiencia una trampa mortal. Pronto estaremos juntos otra vez, Xolotl, Esta vez ya nada efímero nos podrá separar. Espera por mí, semejante alma mía, Que en el mundo de los muertos tendrás mi compañía.